En un impactante caso que ha generado gran indignación en Bogotá, diferentes organizaciones animalistas lograron rescatar a un perro que era utilizado por su dueño para pedir dinero en las calles del centro de la ciudad. El animal, que se encontraba frente al emblemático edificio de Avianca, llamó la atención por su inusual postura y por estar vestido con ropa humana, claramente con el fin de atraer más la atención de los transeúntes.
El caso fue denunciado a través de la plataforma Alto, una organización que se dedica a visibilizar y denunciar los casos de maltrato animal, particularmente aquellos relacionados con mascotas. La primera imagen que se divulgó mostraba al perro en una posición extraña y cubierto con ropa humana. Este hecho generó una gran preocupación entre los usuarios de redes sociales, y rápidamente se viralizó, motivando la intervención de organizaciones protectoras de animales.
En la tarde del martes 8 de octubre, varias entidades se desplazaron hasta el lugar para rescatar al animal. Lo que encontraron fue desgarrador: el perro estaba visiblemente desnutrido, y la ropa que llevaba puesta ocultaba su pésima condición física. Debajo de las prendas se evidenciaba su grave estado de salud, situación que conmocionó a los rescatistas y a quienes siguieron el caso a través de redes.
La situación generó aún más controversia cuando la senadora Andrea Padilla, conocida defensora de los derechos de los animales, denunció en sus redes sociales que el Instituto Distrital de Protección y Bienestar Animal tenía planeado devolver el perro a su maltratador. Este hecho provocó una rápida reacción por parte de los colectivos animalistas y ciudadanos que no podían creer que, tras haber rescatado al animal en esas condiciones, se estuviera considerando devolverlo a quien lo había maltratado.
Frente a la polémica, el secretario de Bogotá, Gustavo Quintero, salió a aclarar la situación. Aseguró que el perro no sería devuelto a su antiguo dueño y que, por el contrario, se estaba evaluando si sería llevado a la Unidad de Cuidado Animal o si sería entregado en adopción a una persona que ya había manifestado su interés en brindarle un nuevo hogar.
Afortunadamente, todo parece indicar que el perro tendrá una segunda oportunidad y podrá llevar una vida digna, lejos del maltrato y el abandono que sufrió durante tanto tiempo. Los ciudadanos esperan que su nueva vida esté llena de amor y cuidados, lejos de la explotación que vivió en las calles de Bogotá.