En las últimas horas, se ha dado a conocer una grave denuncia de abuso sexual en un colegio distrital de Bogotá. La víctima es una niña de 9 años que fue agredida dentro de la institución por otro alumno de 13 años, con quien compartía la misma jornada académica.
Las agresiones comenzaron en febrero y fueron denunciadas por la madre de la menor, pero ante la inoperancia de los mecanismos de atención adecuados, las agresiones continuaron hasta niveles inadmisibles de violencia física, sexual y psicológica.
La madre de la víctima denunció los hechos ante las directivas de la institución, pero según ella, no tomaron medidas adecuadas. La víctima fue obligada a asistir al colegio nuevamente y las agresiones continuaron. La situación llegó a un punto crítico cuando la niña le contó a su abuela que el agresor la había obligado a practicarle sexo oral en un baño del colegio y la amenazó con lanzarla de un puente y matar a su familia si no accedía.
Ante la falta de respuesta de la institución, la familia se acercó al colegio para identificar al agresor por sus propios medios. Una vez lo identificaron, la madre de la víctima lo agredió físicamente, lo que desató un conflicto legal con la familia del adolescente.
La situación ha desatado una gran indignación en la comunidad educativa y feminista de Bogotá, y ayer se llevó a cabo un plantón en la entrada del colegio, al cual asistieron estudiantes afectadas, la familia denunciante y colectivos feministas.
Las directivas de la institución han sido criticadas por su inacción y por no tomar medidas adecuadas para proteger a la víctima y prevenir futuros casos de abuso y acoso sexual. Además, se han conocido denuncias de otras niñas de primaria y bachillerato que aseguran haber sido víctimas de acoso y abuso dentro de la institución.
La comunidad educativa y feminista exige celeridad y justicia en las denuncias, que ya se cuentan con las dos manos. Se ha convocado una nueva concentración para el próximo 10 de abril para continuar exigiendo medidas concretas y efectivas que protejan a las niñas y adolescentes de la violencia de género en las instituciones educativas.
Es inadmisible que la violencia de género siga siendo una realidad en Colombia, y especialmente en las instituciones educativas donde se supone que las niñas y adolescentes deberían estar seguras. Es importante que las autoridades y las instituciones educativas tomen medidas efectivas para prevenir y castigar estos delitos, y para garantizar la seguridad y el bienestar de todas las estudiantes.