El presidente de Colombia, Gustavo Petro, anunció el pasado 30 de marzo una medida para ayudar a los viajeros afectados por la suspensión de operaciones de la aerolínea Ultra Air en el país. A través de su cuenta de Twitter, Petro informó que ordenará la disposición de todos los aviones de las Fuerzas Armadas Colombianas, incluido el avión presidencial, para el transporte de los usuarios perjudicados por la situación de la mencionada aerolínea y Viva Air, que también cesó sus operaciones a fines de febrero.
Esta medida llega en un momento crucial, cuando miles de colombianos tenían planes vacacionales o viajes programados para Semana Santa y se vieron afectados por la crisis en las aerolíneas. En total, Ultra Air vendió aproximadamente 379,000 tiquetes para vuelos a lo largo del año, lo que generó una gran preocupación entre los pasajeros que ya habían adquirido sus boletos y aquellos que se encuentran varados en diferentes destinos turísticos.
Ante esta situación, el avión presidencial fue enviado al Aeropuerto Internacional Gustavo Rojas Pinilla de San Andrés para socorrer a los viajeros afectados que no han podido regresar a sus hogares. De manera similar, otros aviones de las Fuerzas Armadas serán desplegados en distintas ciudades donde se han reportado casos similares, con el objetivo de ayudar a los colombianos a viajar de manera segura.
La crisis en el sector aéreo comenzó con el cese de operaciones de Viva Air el 28 de febrero y se agravó con el anuncio de Ultra Air el 29 de marzo. La aerolínea atribuyó su decisión a las “situaciones macroeconómicas adversas para la industria”, como el incremento en el costo del combustible y la tasa de cambio, lo que provocó un alza en los costos operativos y la generación de pérdidas en los últimos meses.
Tras el anuncio, la Superintendencia de Transporte y el ministro de Transporte, Guillermo Reyes, exigieron que Ultra Air responda por el dinero de los tiquetes vendidos y cumpla con el Reglamento Aeronáutico Colombiano (RAC) y el plan de contingencia presentado por la Superintendencia. Además, se solicitó a la Superintendencia de Sociedades que inicie el proceso de insolvencia de la aerolínea, de acuerdo con la Ley 1116 de 2006.
Entre las medidas exigidas a Ultra Air se encuentran el reembolso del valor del tiquete a los pasajeros que lo soliciten, la reubicación de pasajeros en vuelos de otras aerolíneas en las rutas operadas por Ultra Air, la contratación de vuelos chárter con otras aerolíneas y operadores no regulares, y la contratación de transporte terrestre en caso de no contar con vuelos regulares o no regulares. Además, se les pide un plan especial para los pasajeros de San Andrés y Providencia y mantener los canales de comunicación con los usuarios.