El intendente de la Policía Nacional Mauricio Torres, quien había sido asignado a labores de seguridad en la COP16 de biodiversidad en Cali, falleció en extrañas circunstancias el pasado 30 de octubre. El agente fue encontrado inconsciente en el baño de su habitación en un hotel de la ciudad y, a pesar de los esfuerzos médicos, llegó sin signos vitales al hospital, generando consternación entre sus colegas y familiares.
El coronel Carlos Oviedo, comandante de la Policía Metropolitana de Cali, dio detalles sobre el caso, indicando que Torres había llegado a Cali desde la Escuela Jiménez de Quesada, donde realizaba un curso de ascenso para obtener el grado de intendente jefe. Su misión en la cumbre COP16 era reforzar la seguridad en el sector hotelero, que recibió a altos funcionarios y expertos en biodiversidad de diversas partes del mundo. “Él había llegado para prestar servicios de seguridad en el entorno del sector hotelero en el marco de la COP16”, explicó Oviedo.
Las autoridades detallaron que, al ser encontrado, Torres no presentaba signos de violencia o lesiones visibles, lo que lleva a pensar que su muerte podría haberse debido a causas naturales. “De manera preliminar, el médico que atendió el caso manifestó que el señor intendente no tenía signos de violencia física ni tampoco alguna lesión. Todo indicaría, presuntamente, que se presentó un accidente cardiovascular, lo cual generó el fallecimiento del uniformado”, declaró el comandante Oviedo.
La noticia de su muerte ha impactado profundamente a la comunidad policial y a sus compañeros, quienes esperaban su regreso tras concluir la cumbre. Torres era conocido por su dedicación y compromiso, atributos que destacaron sus superiores en un comunicado oficial. La Policía Nacional también expresó su solidaridad con la familia del intendente, brindándoles apoyo psicológico y gestionando los trámites necesarios para el traslado de su cuerpo a su lugar de origen.
El evento COP16, que se celebró en Cali, contó con un dispositivo de seguridad robusto, que incluyó la presencia de 4.000 policías y 1.800 miembros del Ejército Nacional. Este despliegue fue parte de las medidas preventivas implementadas para garantizar la seguridad de los asistentes y asegurar el buen desarrollo de la cumbre. La participación de Torres en este operativo subraya la importancia que el gobierno colombiano otorga a la seguridad en eventos de alcance internacional.
Mientras se esperan los resultados del informe de Medicina Legal para esclarecer las causas exactas de su fallecimiento, la muerte de Torres ha despertado cuestionamientos sobre la exigente carga de trabajo que enfrentan los agentes en situaciones de alta responsabilidad. La Policía Nacional, en un comunicado oficial, reiteró su compromiso de acompañar a la familia de Torres y se comprometió a esclarecer cualquier duda que surja en torno a su deceso.
La comunidad policial continúa de luto, y el trágico suceso en medio de un evento tan relevante para la conservación de la biodiversidad ha resaltado los desafíos y los riesgos a los que están expuestos los miembros de las fuerzas de seguridad.