Después de más de un mes de protestas, el comité pro paro del Bajo Cauca Antioqueño ha tomado la decisión de suspender el paro minero. A pesar de que no se trata de una suspensión definitiva, los manifestantes están satisfechos con los avances logrados en las negociaciones con el Gobierno. Según Saúl Bedoya, vocero del comité, “lo que ha logrado esta protesta es histórico y trascendental”.
El paro minero se inició el 2 de marzo de este año en rechazo de las operaciones de la Fuerza Pública contra la minería ilegal en la región. La violencia que alcanzó la protesta llevó al gobierno de Gustavo Petro a suspender el cese al fuego con el Clan del Golfo el pasado 19 de marzo. La suspensión del paro, aunque no definitiva, es un paso importante hacia la normalización de la situación en la zona.
El paro afectó a más de 250.000 personas, que quedaron confinadas en la zona. Para garantizar el normal tránsito por la troncal de la costa, proteger la integridad de los transportistas y abastecer a las regiones aisladas, las autoridades tuvieron que realizar caravanas. A pesar de los esfuerzos del gobierno para garantizar la seguridad de la población, la situación siguió siendo tensa durante todo el mes de protestas.
A pesar de las dificultades, el Gobierno tuvo acercamientos con los manifestantes para llegar a acuerdos. Uno de los principales temas de discusión fue la búsqueda de rutas para garantizar el trabajo y la seguridad de los mineros de la región. Según el Ejecutivo, “es prioridad la atención de la población que tiene incidencia en la extracción minera en la región”. En este sentido, se realizaron mesas de diálogo con la comunidad, con la participación de los ministerios de Minas, Ambiente y del Interior, así como de otras entidades cuya misión es garantizar los derechos de esta población.
El jefe de Estado también ordenó la revisión de la titulación minera de la zona para “determinar quiénes son los tenedores de los derechos mineros y con cuáles cuenta el Estado”. Además, pidió “estudiar alternativas de comercialización del oro, que cuenten con la participación técnica del Estado” y solicitó al Ministerio de Transporte efectuar “una caracterización” de la maquinaria pesada que opera en la región y sus dueños, con miras a una salida social y económica.
El presidente Petro también “ordenó la urgente conformación de la mesa técnica que articule la respuesta y oferta institucional que se viene desarrollando para la región para definición de un plan integral”, según el Gobierno. Con estas medidas, se espera que se pueda llegar a un acuerdo definitivo con los manifestantes y se logre la normalización de la situación en la zona.
En conclusión, la suspensión del paro minero en el Bajo Cauca Antioqueño es un paso importante hacia la normalización de la situación en la zona. A pesar de que no se trata de una suspensión definitiva, los avances logrados en las negociaciones con el Gobierno son históricos y trascendentales.