El pasado Día de la Madre, un acto violento y devastador sacudió a la ciudad de Bogotá, cobrando la vida de una mujer en pleno centro comercial Unicentro. Chistian Camilo Rincón Díaz, identificado por las autoridades como el autor del crimen, disparó en dos ocasiones contra su expareja, Érika Aponte Lugo, después de una discusión intensa en presencia de numerosos visitantes y familias que estaban allí para celebrar la festividad.
El asesinato de Aponte Lugo en pleno día y frente a numerosos testigos, sembró el miedo y la consternación entre las personas presentes. Las imágenes y videos captados por los testigos y posteriormente compartidos en redes sociales, mostraron el horror vivido en el centro comercial tras el acto violento. Según informes, después de disparar contra su ex pareja, Rincón Díaz intentó quitarse la vida.
La investigación llevada a cabo por la Policía Nacional de Colombia reveló que Rincón Díaz tenía una serie de antecedentes que arrojan luz sobre su comportamiento violento. Según El Tiempo, el asesino tenía antecedentes penales por lesiones personales desde 2021 y por constreñimiento ilegal en 2022. Las autoridades están en proceso de determinar si Aponte Lugo había solicitado alguna vez una orden de alejamiento contra su asesino.
Rincón Díaz también había sido marcado como remiso por el Ejército Nacional, lo que indica que nunca se había presentado para resolver su situación militar. Pero su prontuario no termina ahí. La Secretaría de Movilidad de Soacha lo estaba procesando por transportar pasajeros sin autorización a nombre de una empresa de la zona anexa a la capital.
En el momento del asesinato, Rincón Díaz llevaba puesta una chaqueta idéntica a la que utilizan los empleados del SITP en Bogotá, y un carné de la empresa Group Seguridad S.A.S.
El violento incidente no sólo ha causado un shock en la comunidad, sino que también ha sido utilizado por políticos como Miguel Polo Polo y Gustavo Petro para intercambiar comentarios y politizar el suceso. En pleno Día de la Madre, la tragedia y el miedo se apoderaron de la celebración, dejando un amargo recuerdo y la constatación de la violencia de género que aún persiste en nuestra sociedad.