La directora de la Dijín, brigadier general Olga Sánchez Salazar, anunció la semana pasada la desarticulación de una red de trata de personas y explotación sexual que operaba en Cartagena. La investigación comenzó tras varias denuncias de turistas estadounidenses en la embajada de Bogotá, que reportaron ser drogados y despojados de sus pertenencias en la Ciudad Amurallada.
La estructura criminal controlaba un territorio delictivo en la Torre del Reloj de Cartagena, donde mujeres y personas con orientación sexual e identidad de género diversa eran obligadas a ejercer la prostitución, pagando el 60% por cliente a la estructura, vendiendo sustancias estupefacientes y escopolaminar a clientes extranjeros para ser objeto de hurto por otros miembros de la estructura. Durante el proceso investigativo se identificaron ocho víctimas, dos de las cuales son mujeres transgénero.
La embajada de Estados Unidos en Bogotá ya había presentado más de diez quejas de atracos a sus ciudadanos en Cartagena, que habían sido realizados de la misma forma. Las autoridades colombianas iniciaron una investigación y recolectaron pruebas que llevaron a la captura de 11 personas que hacían parte de la estructura. Entre los capturados se encontraba Maura Llega, influenciadora que habría sido clave en el reclutamiento de las víctimas, dos mellizas que se encargaban de robar a los turistas, un guía turístico que identificaba a los turistas que podrían ser robados o que podrían ser clientes de prostitución, un hombre que llevaba a los turistas a los establecimientos correspondientes y un hombre conocido como Plus, quien dirigía toda la estructura y fue capturado un día después de la redada.
Los turistas estadounidenses señalaron los mismos patrones de abordaje por parte de la red: las personas que los abordaban eran dos mujeres idénticas, todo comenzaba en la Torre del Reloj, usualmente les ofrecían bebidas alcohólicas como cocteles y posteriormente perdían la razón y cuando le levantaban no tenían ni siquiera sus papeles.
Además de la captura de los miembros de la estructura criminal, la operación logró la liberación de 20 mujeres sometidas a esclavitud sexual y prostitución. Actualmente, estas mujeres están siendo ayudadas por las autoridades y reciben un proceso de acompañamiento tanto físico como psicológico para recuperar sus vidas.
La desarticulación de esta red de trata de personas y explotación sexual es un logro importante en la lucha contra este flagelo. Las autoridades colombianas deben seguir trabajando para prevenir y combatir la trata de personas y la explotación sexual en el país.
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