Arley Espitia, un joven agricultor colombiano de 24 años originario de Boyacá, fue detenido en Venezuela hace casi dos meses y desde entonces su familia ha estado buscando respuestas sobre su paradero. Lo que parecía un viaje de vacaciones se convirtió en una situación desesperante para sus allegados, quienes aseguran que Arley no tiene conexiones con actividades paramilitares ni con grupos delictivos, como afirman las autoridades venezolanas.
La familia de Espitia explica que el joven viajó a Venezuela en septiembre para acompañar a una amiga en unas vacaciones. Según su versión, cruzaron la frontera en Cúcuta y, al llegar a un puesto de control en territorio venezolano, fue detenido. De acuerdo con el testimonio de su compañera de viaje, a Arley le pidieron sus documentos y, tras retener su pasaporte, le informaron que debía trasladarse a San Cristóbal para una “entrevista” oficial. Sin embargo, desde entonces no ha regresado, y su familia perdió toda comunicación directa con él.
Un mes después de la detención, el ministro venezolano Diosdado Cabello afirmó en una rueda de prensa que Espitia forma parte de una red de mercenarios vinculada con el grupo criminal ‘Tren de Aragua’, acusándolo de ser un “reclutador” de paramilitares con intenciones de desestabilizar al gobierno de Venezuela. En la misma declaración, Cabello presentó un mapa de supuestos infiltrados de diferentes nacionalidades, entre ellos españoles, ecuatorianos, estadounidenses y colombianos.
Lorena Espitia, hermana de Arley, asegura que las acusaciones son completamente infundadas, afirmando que su hermano ha trabajado toda su vida en labores agrícolas y recientemente en pequeños empleos en Bogotá. “Diosdado Cabello afirmó que Arley hace parte de un grupo paramilitar, pero eso es totalmente falso. Somos del campo, somos agricultores; Arley no tiene relación alguna con actividades criminales”, expresó Lorena a medios locales.
La familia del joven ha intentado, sin éxito, obtener respuestas de las autoridades colombianas sobre su situación en Venezuela. Según ellos, no han recibido ningún avance ni información sobre un posible proceso de liberación.
Este caso se suma a la creciente lista de colombianos detenidos en Venezuela en circunstancias similares, lo que ha despertado preocupaciones sobre las tensiones políticas y los derechos de los detenidos. Mientras tanto, la familia de Espitia espera que el gobierno colombiano intervenga para esclarecer su situación y lograr su pronta liberación, insistiendo en su inocencia y en su trayectoria como trabajador rural en Colombia.