Viva, la tercera aerolínea más importante de Colombia, ha suspendido sus operaciones de forma indefinida, dejando a más de un millón de viajeros en vilo. La situación se agravó en la noche de ayer, cuando se cancelaron cinco vuelos en el Aeropuerto José María Córdova, de Rionegro, y se informó de que todos los aviones se quedarían en tierra hoy.
Los pasajeros afectados por la cancelación masiva de vuelos han expresado su desesperación en las redes sociales. Algunos afirman que solo se les informó de la cancelación una hora antes del vuelo, mientras que otros han visto sus reservas desaparecer de la página web de Viva. La aerolínea ha acumulado pasivos que superan los $4 billones y ha tenido que devolver cinco aviones a petición del propietario de estos. La suspensión de las operaciones afectará a cerca de un millón de viajeros que habían hecho su reserva.
Viva estaba contando con que el Gobierno hiciera algún tipo de anuncio en relación con el trámite para integrarse con Avianca, que sería su tabla de salvación, pero no ha habido ninguna señal en ese sentido. La low-cost está lidiando con acreedores que la tienen “del cuello”, y se enfrenta a una situación cada vez más irremediable.
En medio de la incertidumbre, Castlesouth Limited, dueño de los derechos económicos de Viva, ha lanzado un comunicado en el que cuestiona la decisión de la Aerocivil de aceptar a Latam, Ultra Air y JetSmart, entre otras, como terceras interesadas en el proceso que evalúa la integración con Avianca. Castlesouth ha afirmado que si la Aerocivil no actúa y Viva desaparece del mercado, el gobierno colombiano habrá privilegiado los intereses de aerolíneas administradas desde Argentina, Chile, Panamá y Estados Unidos, sobre los de la propia Viva.
Avianca, por su parte, ha cuestionado los más de siete meses sin respuesta de las autoridades a la solicitud de integración. La aerolínea ha recordado que en este lapso Viva perdió una tercera parte de su flota y canceló rutas en múltiples destinos. Avianca reiteró que ambas compañías siguen siendo férreas competidoras pese a que sus accionistas controlantes adquirieron los derechos económicos de Viva el año pasado.
La situación inquieta a los pasajeros, sobre todo aquellos que tienen tiquetes comprados para los próximos meses o quienes adquirieron la cuponera de la compañía. Si Viva llega a desaparecer, hay dos opciones: que los pasajeros afectados pasen a ser parte del grupo de acreedores en caso de liquidación, o que la compañía llegue a acuerdos de protección con otras aerolíneas que puedan responder por esos trayectos.
La suspensión de las operaciones de Viva es una noticia preocupante para el sector turístico y de la aviación en Colombia, y es de esperar que el Gobierno tome medidas para ayudar a los pasajeros afectados y evitar que la situación se prolongue.
Fuente: El colombiano, Twitter VivaAir
Con redaccion de Inteligencia Artificial.