En la noche del lunes festivo, un atroz feminicidio tuvo lugar en la habitación 422 de un motel en Barrios Unidos, dejando a la comunidad conmocionada por la brutalidad del crimen. La recepcionista del motel recibió una llamada escalofriante poco antes de la medianoche, en la que un hombre le confesó que había atentado contra la vida de su pareja sentimental. Inmediatamente, la trabajadora del lugar llamó a las autoridades para que acudieran a la habitación y corroboraran lo que estaba sucediendo.
Al llegar al lugar, los uniformados encontraron la macabra escena del crimen: la sangre cubría la cama, las paredes y el suelo de la habitación, en donde estaba el cuerpo sin vida de una mujer de 46 años identificada como Sandra Milena Saavedra Ballen. La víctima tenía ocho heridas con arma cortopunzante en diferentes partes del cuerpo, incluyendo los ojos, la columna, las muñecas y los tobillos. Los detalles de lo que sucedió en la habitación aún no han sido esclarecidos, ya que Sandra se llevó su versión a la tumba y su pareja sentimental, identificada como JM. Pinzón Piñeros, solo admitió haber acabado con su vida.
El agresor, Pinzón Piñeros, también resultó herido con cortes de aproximadamente 8 centímetros de profundidad en los gemelos. Fue trasladado al Hospital Universitario San José para recibir los primeros auxilios y luego fue puesto bajo custodia por el delito de feminicidio. Las autoridades han señalado que Pinzón Piñeros tiene antecedentes por violencia intrafamiliar, estafa, hurto y tráfico, fabricación y porte de estupefacientes.
Mientras los investigadores realizaban las labores de inspección en la habitación, los transeúntes se enteraban del violento suceso y comentaban que el lugar ya había registrado otras muertes. La comunidad recordó que hace unos años una modelo murió en el mismo motel en extrañas circunstancias, y que también se habían registrado otros casos. El suceso ha dejado a la comunidad consternada y alarmada, debido a la brutalidad del crimen.
El feminicidio de Sandra Milena Saavedra Ballen es un recordatorio del grave problema de violencia de género que afecta a la sociedad colombiana. La violencia contra las mujeres debe ser condenada y combatida en todas sus formas, y las autoridades deben hacer todo lo posible para proteger a las mujeres de la violencia y garantizar que los responsables sean llevados ante la justicia. La comunidad debe unirse para rechazar la violencia de género y trabajar juntos para prevenirla.