El Gas Natural Vehicular (GNV) se presenta como una prometedora opción en la búsqueda de combustibles alternativos más limpios y eficientes para el sector automotriz. A diferencia del gas natural utilizado en hogares, el GNV requiere un proceso específico de tratamiento para garantizar su seguridad en los vehículos y su almacenamiento adecuado.
Este compuesto está compuesto principalmente por metano y otros hidrocarburos. A través de un proceso de compresión, se incrementa la presión del gas para luego ser almacenado en cilindros de alta resistencia diseñados especialmente para esta finalidad. El GNV es utilizado en los motores de combustión interna de los vehículos de manera similar a la gasolina, generando energía calorífica que impulsa el funcionamiento del motor. Es importante resaltar que un mismo vehículo tiene la capacidad de alternar entre gasolina y GNV, requiriendo únicamente la incorporación de tanques de GNV y los conductos necesarios para llevar el gas al motor.
La recarga de GNV se realiza de manera similar al proceso de abastecimiento de gasolina, a través de estaciones de servicio habilitadas para tal fin.
La importancia de adoptar el GNV como combustible radica en su potencial para reducir la contaminación ambiental y mejorar la calidad del aire en las ciudades. Un estudio realizado por la revista médica especializada The Lancet reveló que en países como la India, la contaminación del aire está directamente relacionada con un alto número de muertes prematuras, generando pérdidas económicas significativas. En contraste, el GNV presenta una disminución cercana al 100% en las emisiones de material particulado fino y óxido de azufre. Además, reduce aproximadamente un 75% de las emisiones de óxidos de nitrógeno y entre un 30% y 50% de dióxido de carbono en comparación con los vehículos diésel.
La adopción del GNV como combustible vehicular no es una idea nueva. En diversos lugares del mundo, esta tecnología ha demostrado su eficacia y beneficios. Países como Corea, Estados Unidos, China y España, así como ciudades como Nueva Delhi y Lima, han implementado flotas significativas de vehículos propulsados por GNV. En Colombia, varias ciudades como Bogotá, Medellín y Barranquilla han abrazado esta alternativa en el transporte público, con alrededor de 2.000 buses operando con GNV en el país.
La Universidad de los Andes, en colaboración con Transmilenio y Ecopetrol, ha llevado a cabo investigaciones que destacan los resultados positivos de la transición al GNV en el transporte público. La sustitución de apenas 350 buses de los 1.441 del sistema troncal de Transmilenio por vehículos con bajas emisiones ya ha logrado una reducción del 50% en la concentración de material particulado en las estaciones y buses del sistema. Este hecho respalda la eficacia de las nuevas tecnologías en la mejora de la calidad del aire en las ciudades.
Los beneficios del GNV son notables:
- Ahorro económico: El uso del GNV puede generar un ahorro económico superior al 45% en comparación con la gasolina y un 30% frente al diésel.
- Amigable con el medio ambiente: El GNV reduce prácticamente en un 100% las emisiones de material particulado ultrafino (PM2.5) en comparación con la gasolina, y disminuye las emisiones de dióxido de carbono en un 30%.
- Mejora la vida útil del motor: Gracias a su combustión más homogénea, el GNV reduce las vibraciones y el ruido del motor, lo que se traduce en una mayor durabilidad.
En un momento en que la sostenibilidad y la calidad del aire son preocupaciones clave, el Gas Natural Vehicular emerge como una opción valiosa para promover la movilidad limpia y responsable. Con una trayectoria comprobada y beneficios tangibles en términos ambientales y económicos, el GNV se presenta como una herramienta prometedora para impulsar la transformación positiva del sector de transporte en todo el mundo.
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Expertos expresan preocupaciones sobre posible aumento del contrabando debido a tarifa diferencial de gasolina para taxis en Colombia
La propuesta de implementar una tarifa diferencial en el precio de la gasolina para los taxistas en Colombia está siendo objeto de intensos debates entre expertos y autoridades. Aunque el Gobierno ha señalado que esta medida se aplicaría selectivamente en ciertas estaciones de servicio y se basaría en los datos del Registro Único Nacional de Tránsito (Runt), diversos especialistas han manifestado sus inquietudes respecto a la viabilidad y el control de esta iniciativa, advirtiendo sobre posibles efectos negativos en la economía y la fiscalidad del país.
Una de las principales dificultades que se vislumbran en la implementación de esta tarifa diferencial es la complejidad logística que supondría en las estaciones de servicio. Expertos como Alejandro Rivera, líder de la federación de estaciones de combustibles, han señalado que esta propuesta podría abrir la puerta a lo que se conoce como “contrabando técnico”. Esto implicaría que algunos conductores de taxis se beneficien de la tarifa diferencial y luego vendan el combustible a un precio más elevado en el mercado secundario.
José Manuel Moreno, exdirector de Hidrocarburos del Ministerio de Minas y Energía, también comparte esta preocupación. Aunque reconoce que en teoría la tarifa diferencial podría ser una medida viable, advierte que su implementación sin un control estricto podría dar lugar a prácticas ilegales, como el contrabando y el desvío de gasolina. Moreno enfatiza que un seguimiento deficiente en la asignación de los beneficios podría tener consecuencias negativas para el erario público, lo que representaría un detrimento fiscal.
En ese sentido, Moreno resalta la importancia de establecer una infraestructura sólida de control, que incluya tecnologías de seguimiento y sistemas regulatorios eficientes. Solo mediante estos mecanismos se podría garantizar el éxito de la implementación de la tarifa diferencial y evitar los efectos no deseados en la economía y las finanzas del país.
César Vera, presidente de la Fundación Xua Energy, también arroja luz sobre otra dimensión de esta medida. Él advierte que la aplicación de un precio diferencial de gasolina podría complicar las operaciones de las estaciones de servicio. Esto se debería a la necesidad de reforzar los controles sobre el personal y los equipos para prevenir posibles adulteraciones y abusos en la asignación de la tarifa preferencial.
En resumen, la propuesta de establecer una tarifa diferencial de gasolina para los taxis en Colombia ha generado un debate sustancial entre expertos y autoridades. A pesar de las posibles ventajas que podría ofrecer a los conductores de taxis, también existen preocupaciones legítimas sobre el control de la medida y la posibilidad de un aumento en el contrabando y las prácticas ilícitas. La implementación exitosa requerirá una cuidadosa planificación logística, tecnológica y regulatoria para garantizar que los beneficios se asignen de manera adecuada y que no se produzcan efectos adversos en la economía y las finanzas del país.