Este lunes, un ataque suicida cerca del Ministerio de Exteriores en Kabul dejó al menos seis personas muertas y 12 heridas, según fuentes oficiales y testigos oculares. El autor fue detenido por las fuerzas de seguridad antes de alcanzar su objetivo, pero detonó los explosivos que portaba. Este es el primer acto contra el Estado desde que comenzó el mes del Ramadán el jueves pasado.
El portavoz de la Policía capitalina, Khalid Zadran, informó en Twitter que “un atacante suicida fue detenido por las fuerzas de seguridad antes de alcanzar su objetivo, un punto de control, y detonó los explosivos que portaba matando a seis personas e hiriendo a varias”. Por su parte, la ONG italiana Emergency, que dispone de uno de los principales hospitales en la capital, confirmó que al menos doce personas resultaron heridas.
La explosión ocurrió en una zona bloqueada por las fuerzas de seguridad y es el segundo atentado cerca del Ministerio de Asuntos Exteriores en Kabul en menos de tres meses. El primero fue en enero, cuando el grupo yihadista Estado Islámico (EI) asumió la autoría de un ataque con bomba que dejó al menos cinco muertos.
Los talibanes, que mantienen una fuerte rivalidad con el EI, han intensificado el número de operaciones para desmantelar escondites del grupo yihadista en todo el país. Este mismo lunes, la Dirección General de Inteligencia (DGI) de los talibanes informó de la muerte de al menos tres destacados miembros del EI en varios operativos llevados a cabo en el norte de Afganistán.
El aumento de este tipo de ataques ha llevado a las fuerzas de seguridad afganas a reforzar las operaciones contra el EI en todo el país. Sin embargo, a pesar de estos esfuerzos, la amenaza terrorista sigue siendo una preocupación constante en Afganistán, especialmente en la capital, Kabul.