Los transportadores de carga en Colombia han emitido un fuerte mensaje al Gobierno, expresando su inconformidad ante lo que consideran una falta de atención a sus demandas y advirtiendo sobre la posibilidad de retomar el paro nacional. La Asociación de Transportadores de Carga, encabezada por su presidente Anderson Quiceno, ha denunciado que durante el mandato del presidente Gustavo Petro, la comunicación entre el gremio y el Ministerio de Transporte se ha deteriorado, generando un clima de tensión que podría desencadenar en nuevas protestas.
Crece el Descontento en el Gremio: Falta de Diálogo y Dificultades en el Programa de Modernización
En entrevista con medios nacionales, Quiceno hizo énfasis en la falta de apertura del Gobierno para escuchar las peticiones de los transportadores. Señaló que el Ministerio de Transporte, encabezado por María Constanza García, ha mantenido una postura “cerrada” en las discusiones, limitándose a emitir decretos sin consultar al gremio. Esta situación, según Quiceno, solo aumenta el descontento entre los camioneros, quienes exigen ser tomados en cuenta en las decisiones que afectan su labor.
Uno de los puntos más críticos en las quejas del gremio se relaciona con el Programa de Modernización de Vehículos de Carga, una iniciativa del Gobierno que busca renovar el parque automotor en el sector mediante compensaciones a los transportadores que entreguen sus vehículos antiguos. Sin embargo, el proceso ha sido lento y ha dejado a muchos camioneros en una situación incierta respecto a los pagos prometidos. “Estamos en una situación compleja en el programa de modernización, donde muchos camioneros decidieron entregar sus vehículos a cambio de los pagos que hizo el Gobierno y esta es la hora en la que se ven embolatados esos recursos”, manifestó Quiceno.
Un Posible Retorno al Paro
Ante la falta de respuestas concretas, el líder gremial no descartó la posibilidad de retomar un paro nacional para presionar al Gobierno. “Si no son escuchadas cada una de nuestras quejas, no sería nada raro que las bases camioneras vuelvan a estos temas de los paros de alguna manera o se hagan sentir dentro de protestas”, afirmó Quiceno. Esta advertencia cobra relevancia considerando el historial reciente de protestas del gremio, como el paro de septiembre de 2024, en el que los camioneros bloquearon vías a nivel nacional en respuesta al aumento en el precio del diésel, que subió $1.904 por galón.
Los Acuerdos de Septiembre y la Creciente Inconformidad
Durante el paro de septiembre, los camioneros lograron algunos acuerdos con el Gobierno tras días de bloqueo y negociaciones. Entre los compromisos alcanzados se incluyó la reducción en el incremento del precio del ACPM en dos fases: un aumento de $400 ya aplicado y otro similar que entrará en vigencia el 1 de diciembre de 2024. Además, se estableció que no se realizarán más incrementos hasta que no se logren soluciones estructurales en el sector de transporte de carga.
Otro de los acuerdos contemplaba la realización de mesas de trabajo entre el Gobierno y las bases del gremio, para tratar problemas como la regulación de tarifas, costos de operación y la inclusión de actores del transporte en el Sistema de Información Costera y de Tarifas del Transporte Automotor de Carga (SICE-TAC). La ministra de Transporte, María Constanza García, se comprometió a trabajar en la transparencia y equidad en la regulación de tarifas, un aspecto que los transportadores consideran clave para mantener la estabilidad del sector.
¿Qué Sigue para el Sector?
Pese a los acuerdos alcanzados hace apenas dos meses, el descontento de los transportadores sigue latente. La falta de cumplimiento en los pagos del programa de modernización y la percepción de un Gobierno que no escucha sus peticiones ha creado un ambiente de incertidumbre en el sector. Los camioneros han dejado claro que, de no ver avances en sus demandas, podrían reactivar las protestas como medida de presión.
La situación plantea un desafío para el Gobierno, que deberá encontrar una solución efectiva para evitar nuevas interrupciones en el transporte de carga. Con un gremio que representa un eslabón clave en la economía nacional y una base de trabajadores cada vez más insatisfecha, el panorama se presenta complicado. Las próximas semanas serán determinantes para ver si las autoridades logran abrir un canal de diálogo y evitar el retorno a un paro que impactaría no solo a los transportadores, sino a la economía del país en general.