Un fuerte temblor de magnitud 6.1 en la escala de Richter sacudió el centro del país, llevando a los ciudadanos a experimentar momentos de pánico y preocupación. Este evento sísmico, cuyo epicentro se ubicó en Calvario, Meta, a una profundidad superficial de 30 km, tuvo un impacto significativo en el municipio de Gachalá, Cundinamarca, donde la icónica cruz de una importante iglesia colapsó, sumiendo a la población en una sensación de desconcierto.
La violenta sacudida telúrica, que tuvo lugar en el corazón de Colombia, dejó sentir sus efectos en diversos puntos, siendo Gachalá uno de los más afectados. La caída de la cruz y la cúpula de la iglesia, junto con la antena de la estación de bomberos del municipio, se convirtieron en símbolos visibles de la magnitud del temblor. Los habitantes, ya en alerta debido al fuerte movimiento, observaron con angustia cómo estos elementos emblemáticos de la localidad se desplomaban.
Además del impacto en la infraestructura, el temblor también generó interrupciones en los servicios de comunicación. Las líneas telefónicas se vieron afectadas y dejaron de funcionar, lo que llevó a una búsqueda de alternativas para mantener la comunicación. En este contexto, las aplicaciones de mensajería como WhatsApp se convirtieron en una vía vital para mantenerse conectados y compartir información. El Capitán Álvaro Farfán, Comandante de Bomberos de Cundinamarca, destacó este desafío en las comunicaciones y la importancia de adaptarse a estas circunstancias excepcionales.
El Gobernador de Cundinamarca, al evaluar los impactos del temblor, informó sobre deslizamientos ocurridos en Quetame y Guayabetal. Estos eventos naturales añaden una capa adicional de preocupación en una región ya afectada por el sismo. La combinación de factores sísmicos y las condiciones geográficas específicas de estas áreas resultaron en movimientos de tierra que requieren una respuesta y atención adecuadas por parte de las autoridades locales.
En resumen, el fuerte temblor de magnitud 6.1 que sacudió el centro del país generó momentos de pánico y angustia entre los ciudadanos. El municipio de Gachalá, Cundinamarca, experimentó la caída de la cruz y la cúpula de una iglesia, símbolos que reflejaron la intensidad del sismo. Además, las dificultades en los servicios de comunicación resaltaron la importancia de mantener canales alternativos para mantenerse conectados en situaciones de emergencia. Los deslizamientos en otras regiones afectadas por el temblor subrayan la necesidad de una respuesta integral para abordar los desafíos múltiples planteados por este evento sísmico.
Tomado de Twitter @lhpedraza